Llegaron al vestuario y abrieron grandes los ojos al ver la ropa con su nombre. Después se sorprendieron con la llegada del DT, las primeras indicaciones, y una orden que vino en forma de arenga: "Vamos, muchachos, vamos a hacer la entrada en calor".

Allí salieron por primera vez al césped del José Fierro, y comenzaron a hacer algunos trabajos físicos para empezar a preparar el cuerpo para lo que se venía: un partido en la cancha del Deca.



Así comenzó la Experiencia Umbro, la iniciativa que llevaron adelante las empresas Umbro y Sporting, y de la que participaron los ganadores de un sorteo, algunos empleados de la compañía e invitados especiales. 

Tras la entrada en calor, los jugadores volvieron al vestuario, repasaron algunos conceptos tácticos, y posteriormente se formaron en fila detrás del árbitro, esperando la orden para hacer la salida formal. Esta vez no hubo fuegos artificiales ni papelitos en la tribuna, pero la emoción brotaba a flor de piel en cada uno de los protagonistas.

De un lado, un equipo vestido de celeste y blanco. Por el otro, uno completamente de negro. Se jugaron dos tiempos de 30 minutos, en los que no faltaron los goles, las jugadas polémicas, las desopilantes y las inolvidables. 



Pese al resultado (4 a 2 a favor del equipo negro), hubo una tanda de penales y los de celeste y blanco también pudieron festejar. Después del pitazo de final y los miles de abrazos, saludos y selfies, hubo un tercer tiempo para recargar energías y seguir compartiendo una sonrisa que les quedará grabada en el corazón para siempre.