Apenas terminó de abrazarse con sus compañeros después de su gol, Mauro Matos se pasó las manos por el cuerpo desde arriba hacia abajo, como expulsando la mala energía. El delantero se sacó la mufa, y Atlético también, ya que por primera vez pudo ganarle a Newell's Old Boys un partido oficial. 

La victoria vale mucho, muchísimo más que tres puntos. Porque fue remontada, porque fue de visitante, y porque permite al Decano, por ahora, empezar a alejarse de la zona roja de los promedios y prenderse en la discusión de arriba. 

Al partido lo empezó ganando la Lepra, cuando Mauro Formica aprovechó el rebote de un penal que le había atajado el Laucha, a los 27 del primer tiempo. 

Antes del descanso, el mencionado Matos igualó las acciones con un testazo precioso, luego de un centro envenenado de Guillermo Acosta.

El complemento mostró la mejor versión de Atlético. Con orden y progreso, cuidando su arco y esperando los momentos oportunos para lastimar. 

Así, a falta de 5 minutos, llegó una asistencia magistral de PR7 para que Leandro Díaz entre en diagonal y defina cruzado, dejando desparramado a Nelson Ibáñez. Golazo bien tucumano, para ponerlo en un cuadrito.

En el tramo final, el equipo aguantó sin pasar sofocones, y terminó celebrando una nueva noche de alegría. ¡Gracias por tanto, Atlético!