09 ABR 2018 | Primera AFA
"12 mil kilómetros para ver al Pulga"
Con esa frase se despidieron los alemanes Marc y Tim Wantizek, que estuvieron este domingo en el José Fierro.

Cuando centenares de hinchas de Atlético hacían la previa en los alrededores del estadio Monumental, los alemanes Marc y Tim Wantizek andaban por la zona de bermuda y remera, con una tez y un color de cabello que dejaba en evidencia que no eran de por acá. La pinta los delataba, y además, estaban con “Google Maps” en mano, buscando la cancha. 

Se frenaron en la esquina de avenida Sarmiento y Rivadavia, donde dos amigos tomaban una birra mientras hacían tiempo para entrar. En un español súper forzado, preguntaron por el José Fierro, y allí comenzaron una aventura divertida e inolvidable. 

“Tuvimos que sacar el traductor del celular los dos para poder conversar, porque si no era imposible. Fue todo muy loco, pero los chicos tenían muy buena onda”, cuenta Emiliano Paz, estudiante de la escuela de Agricultura, convertido en guía turístico por una tarde.

Los jóvenes europeos, de 25 y 27 años, dedicaron sus vacaciones 2018 para recorrer Sudamérica probando distintos tipos de cerveza. Así llegaron a Tucumán, después de haber pasado por Brasil, Perú, Chile y Bolivia.

“Los acompañamos a la Liga para que saquen entradas para la Laprida, y después estuvieron con nosotros todo el tiempo. Estaba todo bien hasta que nos pusimos a hablar del Mundial, y uno de ellos nos mostró que tenía tatuado en un muslo el festejo del gol de Götze en la final de Brasil”, recuerda en chiste. 

El camino de los germanos continua hoy por La Rioja, pero de su paso por el “Jardín de la República” se llevan una experiencia única. 

“Nos contaron que conocieron a Atlético por el partido de Quito, y que se enteraron que hoy había partido, así que querían conocer la cancha y el equipo como sea”. 

Ya en la cancha, cada pequeño detalle les llamaba la atención y era motivo de risas y fotos. “Estaban como locos con un perro que está siempre en la Laprida, ellos siguen al Borussia Dortumund en todos los estadios, y no podían creer lo que veían”, recuerda Emiliano, que en todo momento estuvo acompañado por su amigo Juan Ignacio Brito. 

Los anfitriones tucumanos les enseñaron todo el ritual de ir a la cancha, con previa y post partido. 

A la salida se fueron a Antares, a seguir compartiendo anécdotas y cervezas. Allí, los alemanes se llevaron de regalo una camiseta “Decana”, y se animaron a preguntar cómo era el fútbol en la región, y qué otros clubes había, asegurando que por sus pagos solamente se conoce al equipo de 25 y Chile. “Ninguno, en Tucumán solo existe Atlético” fue la respuesta que se llevaron. 

Al momento de la despedida, intercambiaron redes sociales y teléfonos, hubo abrazos y una frase que despertó una ovación: "Hicimos 12 mil kilómetros para ver al Pulga". 

Fuente: El Tucumano

NOTA: Departamento de Prensa Club Atlético Tucumán
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