Justo con ellos, justo en esta semana y justo en un estadio que se llama Libertadores de América. Justo porque fue casualidad, y justo porque fue justicia.
Atlético derrotó a Independiente por 2 a 0 en un partido que lo tuvo como claro dominador, desde lo estratégico y desde la ejecución de los actores.
El Decano golpeó rápido aprovechando un error habitual del Rojo que fue estudiado en la semana, según declararon los protagonistas. Después aguantó y siempre fue veloz e inteligente para contragolpear.
Tuvo su premio en el complemento, y si no estiró cifras fue solo por mala puntería, porque las oportunidades estuvieron.
La alegría es completa, por el contexto en el que llega esta noticia, y porque el equipo parece haberse reconciliado con su identidad, esa misma que lo llevó a cumplir sus más grandes sueños.