La expectativa generada en la previa valió la pena. Atlético y Boca regalaron un partido intenso y cargado de emociones a la multitud de hinchas "Decanos" que colmaron el José Fierro.
Lo empezó ganando la visita, casi desde el vestuario, y cuando los primeros movimientos habían mostrado mejor el local. Tévez llegó hasta el fondo y asistió a Cristian Pavón que entró en soledad para abrir el marcador.
Tras el gol de Boca, se vio lo mejor de Atlético, que buscó con inteligencia e insistencia la igualdad. La consiguió sobre el final, premiando la perseverancia de Fernando Zampedri, que no pudo en la primera y esperó el rebote para desahogar el grito.
Tras el descanso, nuevamente pegó el Xeneize, aprovechando un tiro libre certero de Silva, que fue a parar otra vez a los pies de Pavón.
Al revés de lo que había pasado 45 minutos antes, esta vez el gol agrandó a Boca y dejó sin reacción a Atlético, que por momentos pareció perdido. Por eso, Azconábal movió el banco y mandó a Mendoza y Menéndez para refrescar la ofensiva.
La apuesta dio sus frutos, porque el equipo se reencontró, y el Polaco retribuyó la ovación con un cabezazo preciso y precioso, que se coló en el ángulo. Iba media hora del complemento, y se esperaba un final vibrante.
Sin embargo, el último tramo encontró a ambos equipos más preocupados por cuidar el arco propio que por lastimar el ajeno, y así se consumieron los instantes finales de un partido intenso y vibrante, en el que Atlético jamás se dio por vencido, y a puro huevo y corazón, logró rescatar un punto valioso, ante un rival de gran jerarquía.